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Turismo por Jesús Ibiza.

Jesus

Hoy nos encontramos en Jesús, uno de los lugares más carismáticos del turismo en Ibiza. Una pequeña población situada a las afueras de Ibiza, capaz de contar tantas historias como Dalt Vila, con una relevancia histórica impresionante, pero que lamentablemente pocos conocen.

Como llegar al pueblo de Jesús en Ibiza.

Pues esta localidad se encuentra situada a poca distancia del núcleo principal de Ibiza, en dirección a Santa Eulalia. Llegar a él no tiene mucha complicación. Al tomar la glorieta que une las carreteras internas con la circunvalación de Ibiza encontramos un desvío que nos lleva al núcleo urbano de Jesús, a unos cuatro kilómetros. El lugar es frecuentado principalmente por los bares que se encuentran junto a la carretera. Las dimensiones no son muy grandes, así que le recomendamos girar a la derecha tras pasar el arco de acceso a la iglesia, y aparcar lo antes posible.

Un lugar histórico si realiza turismo por Ibiza.

Nada más aparcar, uno puede darse cuenta de a que ritmo corre la vida por Jesús. Si a este pueblo le quitaran la carretera no se oiría más que el murmullo de los árboles. Y es que el núcleo urbano lo conforma apenas cuatro calles. La gente no parece tener prisa, y es que en realidad, no la tienen. Los bares tienen sus mesas exteriores generalmente repletas, con gente que se sienta a disfrutar de un buen desayuno, o almuerzo, o lo que toque en ese momento. Frente a estos bares, nos encontramos el arco de piedra que da acceso a la zona antigua de Jesús.

Resulta curioso como, nada más entrar, algo parecido a un antiguo granero se ha transformado en la farmacia del pueblo. Casi parece un capítulo del «Cuéntame». Un poco más adelante encontramos la iglesia, enfrentada a un safareig, una alberca con un antiguo sistema de madera y alfarería, utilizado para extraer el agua. Y si hoy día el agua tiene una importancia vital en nuestras vidas, qué contarles de épocas anteriores.

Por último, llegamos a la iglesia de Jesús. Los relatos que sitúan un monasterio en este lugar son abundantes, pero en el siglo XVI pasa a construirse la iglesia, un edificio de vital importancia para los habitantes de la época. Situada a unos dos kilómetros de la playa de Talamanca, lugar de desembarco habitual de piratas y saqueadores, sirvió de refugio a la población durante siglos, pasando a formar parte de las legendarias iglesias que soportaron estos duros años para la población ibicenca. De hecho, en su interior, se conserva un espectacular retablo del siglo de su construcción. Una auténtica obra de arte que no ha perdido su encanto y, lo más curioso, ha soportado el paso de los años y las guerras, manteniendo su esplendor.

En el exterior, un porche no menos espectacular, sigue reuniendo los típicos bailes payeses durante las fiestas, sobre todo la que se celebra en la localidad de Jesús el ocho de septiembre. Un auténtico lujo para el turista que visita Ibiza.

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