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Playas de Cala Tarida en Ibiza

Cala Tarida

La costa oeste de Ibiza, tiene un encanto particular y alguna que otra ventaja. Para empezar, las playas, como Cala Tarida, tienen más tiempo disponible para el baño. El sol se deja caer lentamente en el horizonte y, salvo que la orientación de la cala y sus brazos lo impidan, hasta el último suspiro nos estará calentando.

Esta misma circustancia, nos va a ofrecer atardeceres espectaculares en paraísos dorados. Cala  Tarida no es una excepción, y junto a un núcleo urbano bastante importante, podrá encontrar al alcance de la mano cualquier cosa que necesite.

Como llegar a esta playa de Ibiza

No sabemos que fue antes, si las carreteras dieron lugar a la expansión de Cala Tarida, o si fue la presencia de esta playa la que desarrollo sus cómodos accesos. Pero viendo la espectacularidad del lugar, nos inclinamos por lo segundo.

Tenemos accesos desde el norte, sur y dos al este. El primero recorre la costa norte de Sant Josep. Es el idóneo si viene recorriendo las playas del litoral desde Sant Antoni. El segundo, el del sur, facilita el acceso desde la costa de Es Cubells. Los más utilizados para llegar directamente se encuentran en la carretera que une las poblaciones de Sant Antoni y Sant Josep. El primero parte a la altura de Sant Agustí, una pequeñísima localidad, con un interior tranquilo y hermoso. El segundo se encuentra casi en el mismo pueblo de Sant Josep.  Los dos se encuentran perfectamente indicados y terminan uniéndose en una carretera única que nos llevará directamente a Cala Tarida.

Que encontraremos en Cala Tarida

De todo. Francamente, hemos encontrado pocas playas en Ibiza con más equipación, actividades de ocio, restaurantes, alojamientos o servicios.

Pero si hacemos referencia a la playa, es que no le falta de nada. La anchura es bastante buena, y la orografía hace que se distingan dos tramos, que no se ven entre ellos. En el tramo izquierdo, un centro de actividades acuáticas, con todo lo que pueda imaginarse. Aquí por primera vez hemos visto a un niño de poquísimos años prácticando el esquí acuático. Algo que levantaba el asombro de los bañistas (y la envidia sana, por supuesto).

En la punta de flecha que separa los dos tramos de Cala Tarida, encontramos un islote al que se puede pasar andando. Nos quedamos con las ganas de tirar un par de cañas de pescar, pero lo hemos apuntado en la agenda de invierno. Un poco más al norte, hay otro islote, aunque algo más alejado y complicado de acceder, pero frecuentado por bañistas.

La arena es dorada. Bueno, al menos lo parece, porque la visita la hicimos al atardecer, y toda la costa se ve iluminada por el naranja solar. Los barcos, algunos, fondean a lo lejos, dejando una playa balizada y vigilada, y sobre todo, muy limpia. El mar lo encontramos un poco bravo. Aunque la bravura del Mediterráneo en Ibiza, no sobrepasa las olas del metro de altura. Ideal para que los más pequeños disfruten con los revolcones.

Hay veces que uno encuentra el sitio, y otras, el sitio y el momento. El atardecer que nos deparó Cala Tarida fue increíble. La gente empezó a sacar sus cámaras de fotos y cada instante parecía único. No sé cuantas fotos llegué a tirar, muchas, pero al revisarlas, les aseguro que no sabía cual elegir.

Podrá encontrar más información, fotografías y mapa en la ficha de Cala Tarida. No se pierda las fotos.

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