Después de leer diez resultados sobre como aparecer primero en Google, me he levantado a por un calmante. Entre trucos, pasos y palabras técnicas he sufrido un calentamiento cerebral de proporciones bíblicas. No hay nada más pesado que un informático hablando de informática, te lo dice uno del gremio. Prometo no escribir palabras que no aparezcan en un diccionario de castellano, o al menos, lo voy a intentar.
El secreto que todos estáis buscando se llama trabajo. Si quieres dar un pelotazo, prueba con la industria del ladrillo, aunque igual no es el momento. El trabajo organizado siguiendo un flujo (que vayas por orden vamos) es tu mayor y mejor herramienta.
Flujo de trabajo para aparecer primero
Ya estas listo para ocupar tu puesto en Google. ¿Qué tal si vemos las cuatro opciones en profundidad?
El contenido. La mejor arma para el posicionamiento
Cuando hablas de contenido todo el mundo lo asocia a texto. “Escribe más de trescientas palabras”, “más de mil”, “hasta que el teclado resista”. ¿Y las imágenes? ¿Y los vídeos? ¿Acaso una imagen no vale más que mil palabras? Pues no digamos un buen vídeo.
La primera regla que debe cumplir un contenido es su originalidad. Para escribir lo mismo tienes unas fotocopiadoras muy buenas.
“Es que tengo mil productos y eso es mucho trabajo”. No. Mucho trabajo es crear mil páginas que no sirven para absolutamente nada.
“¿Y de qué hablo?” Imagínate que entras a una tienda o a una empresa, buscando un producto o servicio, por ejemplo un televisor. El dependiente te lleva delante de la estantería y comienza a hablar: “Pulgadas: 42. Color: Pal RGB …” Seguro que piensas: “Este tío antes era informático. Para que me cuente esto me quedo en casa y miro la ficha técnica en la web del fabricante”. Como dependiente, estas en el paro. Yo quiero que me cuentes si me lo recomiendas para un espacio pequeño o grande, la relación calidad precio, comparaciones con otros productos. Resumiendo: véndemelo. Y si me lo vendes en vídeo, mejor.
Puedes leer redactar correctamente un contenido.
La optimización. Un mundo sin basuras.
Otra de las grandes mentiras que sufre el posicionamiento son las palabras claves. Una palabra clave o frase, es la palabra por la cual queremos aparecer primero en los resultados. Muchos hablan de un tres o cuatro por ciento de palabras claves repetidas de forma estratégica a través de la página. ¿No sería mucho más interesante y productivo aparece por todas las combinaciones posibles? ¿Te digo cuántas veces voy a escribir la frase clave en este artículo? Una. Ya tienes optimizado el texto. Pero al referirme a optimización ni mucho menos me refiero a esto solo.
Vivimos en una sociedad donde el tiempo apremia. La velocidad y ligereza de una web es fundamental para alcanzar un buen puesto. Todo lo que no forme parte del contenido, sobra. ¿Quieres decoración? Pues la mínima. Nadie compra un kilo de manzanas incluyendo las ramas. ¿Porqué se merece un buen puesto una web que tarda más tiempo en cargar una imagen de fondo que su contenido real? Este trabajo corresponde más a un especialista seo o programador que a un usuario convencional, así que encarga tu trabajo y elige bien quien lleva tu proyecto. Supondrá un esfuerzo que vale la pena.
La difusión. Dormir no forma parte de las redes sociales.
La propia naturaleza de una página web impide que sea conocida sin tener alguna referencia en los medios sociales. En la vida real nadie monta un bar y se llena milagrosamente al día siguiente. Debe haber un impacto social, una difusión boca a boca, una campaña publicitaria incluso. Hay que trasladar este comportamiento a la red.
Aquí no vale darse de alta una cuenta en Facebook, Twitter o Google Plus y poner un icono en la web. Las redes se tienen que mover y, con cada publicación, habrá una respuesta social. No creo que sea tan importante la frecuencia de publicación como la respuesta que recibes. Lo preocupante es que recibas respuestas sin publicar. Si alguien pretende venderte seguidores, piensa como una madre. No puedes tener tres mil amigos en Facebook si nunca publicas. Huele a gorrino quemado.
La autoridad. Quién eres y como te valoran.
Odio los cajeros automáticos. Cuando hago un ingreso por ejemplo, siempre me quedo esperando a ver si me dice “Ya está todo bien, te puedes marchar”. ¿Y si se sale el sobre? ¿Cómo pongo una denuncia y le digo al cajero “tú sabes que el dinero estaba dentro, yo te lo di”? Son impersonales. Una web también. Por muy cálida que queramos hacerla, Lo impersonal crea desconfianza entre muchos usuarios. En el MacDonalds de Ibiza, veo colas terroríficas para hacer un pedido. En los puestos multimedia todavía no he tenido que esperar. Parece absurdo pero la gente siempre quiere ver una cara al otro lado de la red. Para eso somos humanos. Últimamente, en Google, hay mucha tendencia a mostrar primero los resultados más personalizados, con la foto del autor. La gente confía más en la opinión de un profesional que en una empresa y tienes que saber aprovecharlo.
Esta es una parte de tu autoridad. Estas dando la cara ante millones de usuarios. Ahora hay que verla reflejado en otros lugares que te nombran y enlazan. Mientras más importante sea la web que te refiere y más especializada en los temas que escribes, más autoridad tendrás. A mayor autoridad, más subirás en el buscador.
¿Ya voy a salir el primero?
Ni loco. Nos falta el último proceso: “Vuelve al paso uno”. Seguro que vas descubriendo como complementar tus artículos o productos con información nueva. La optimización es un trabajo que casi nunca termina, porque además de optimizar tienes que buscar la fórmula para atrapar nuevos clientes. No te voy a contar la importancia de redifundir tus productos o aumentar tu autoridad.
¿Qué opinas?