Rincones mágicos de Ibiza. Es Paller des Camp
Hoy os vamos a contar como llegar a uno de esos rincones mágicos que la isla tiene. Dejemos claro de antemano que vas a necesitar un coche de alquiler y precaución. Mucha precaución.
Para situarnos, tan sólo debemos mirar el mapa de Ibiza y buscar el punto situado más hacia el este, casi frente a la isla de Tagomago. Frente a ella, las playas de Es Figueral, Aguas Blancas y la Cala de San Vicente. Las tres playas son impresionantes, cada una en su estilo. Aguas Blancas es pura naturaleza con sus famosos baños de barro y su más que empinada cuesta. Es Figueral es más turística, con la misma configuración que la anterior y mucha menos cuesta. Al fondo nos queda la Cala de San Vicente. Probablemente, esta última, sea la cala más ancha de toda la isla, además de profunda.
Rincones mágicos al norte
Toda la costa presenta un paisaje muy regular aunque entre Aguas Blancas y Es Figueral hay una destacada elevación del terreno. Producto del tiempo y la erosión, un gran pilón se eleva del mar separando ambas playas. A él nos vamos a dirigir. Aunque no llegaremos hasta su base, sino unos metros más atrás, donde el terreno nos va a permitir unas vistas increíbles. Hablamos de Es Paller des Camp
Pues en marcha. Deberemos tomar la carretera que parte de Santa Eulalia hacia San Carlos. Al llegar a la iglesia del pueblo deberemos tomar el siguiente desvío hacia la izquierda. La primera bifurcación del camino nos permitirá escoger entre Es Figueral o Cala San Vicente. Tomamos la carretera de la izquierda camino hacia la cala. Nos acercamos a la segunda desviación mientras contemplamos la Ibiza más típica, con sembrados y casa típicas payesas. Son poco más de dos kilómetros hasta alcanzar la señalización de Aguas Blancas. En seguida encontraremos una nueva división con una carretera asfaltada y otra de tierra. Ambas nos llevan al mismo sitio pero la segunda está en algo de mal estado. Si tomamos el camino del asfalto, nuestro coche de alquiler nos lo va a agradecer. Si ha sido esta la opción, a unos trescientos metros encontraremos un nuevo desvío hacia la derecha.
En este tramo encontramos una urbanización un tanto curiosa. Los muros de las casas ofrecen un aire medieval muy pintoresco. Nada más abandonarla, llegamos al final del camino. Podremos aparcar el coche en los muchos espacios abiertos que vamos a encontrar.
Rincones mágicos y peligrosos
Lo primero que vamos a encontrar es un cartel de advertencia. Peligro de desprendimiento. Y es más que real. La erosión de la costa ha provocado unos salientes donde puede resultar especialmente peligroso asomarse. En algunos casos les pueden separar centímetros de una caída de treinta metros. No se la juegue. No es necesario. El acantilado de Es Paller des Camp es muy peligroso así que tome todas las precauciones.
Al aparcar el coche nos encontraremos con el mar a nuestra izquierda, tras una maleza. Nada más abandonar los matorrales podemos ver la piedra con forma cilíndrica tan reconocible. Frente a ella, un pequeño mirador bastante más estable con algunos corazones pintados en el suelo. También suele haber algún turista agarrado al mirador para poder hacerse la foto de turno. Agarrado por el vértigo, desde luego. E impresionado por las vistas, seguro que también. Hacia la derecha, Es Figueral. Algo más alejada, la torre den Valls. Frente a ella, la isla de Tagomago. Hacia la izquierda, Aguas Blancas y la Cala de San Vicente. Puedes visitar nuestra galería especial rincones mágicos de Es Paller des Camp.
Es una pasada, me encanta. Que agua!