Sorprende la extensión de playa para la anchura de la bahía en la que se aloja, con unos setecientos metros de largo que han ido comiendo terreno al mar, hasta alcanzar los treinta metros de anchura en muchos tramos. En plena integración con el medio ambiente encontramos todos los accesorios de la playa, construidos en madera, y que unidos a la hierba que crece en algunos tramos, da un aspecto entre marino y campestre a la zona en su tramo máximo de unos veinte metros.

Esta playa, donde algunos residentes dan la bienvenida al año nuevo, esta formada por arenas finas procedentes de la bahía. Al ser aguas especialmente calmadas y una zona excesivamente cercana al puerto, el lecho marino forma una pendiente muy muy suave, en la que podremos adentrarnos casi andando sobre las aguas hasta unos cien metros mar a dentro.

Pero si algo tiene de especial esta zona, sin lugar a dudas no es la playa, sino el ambiente variopinto que podemos encontrar en los pubs y bares que rodean la playa. Aunque podrá ser atendido en castellano en la mayoría de ellos, esta zona está dirigida especialmente al público inglés. Podrá tomar cualquier tipo de refresco o comida típicamente inglesa a precios medianamente asequibles, pero no espere escuchar la canción del verano ni comer sardinas al compás del folclore español.

Existen bastantes alojamientos en los alrededores, principalmente hoteles y apartamentos turísticos . La oferta comercial también es amplia por lo que no necesitará mucho esfuerzo para llevarse algún souvenir de la isla.

Al tener muy cerca el puerto deportivo también podremos encontrar bastantes atracciones náuticas, como escuelas de vela y submarinismo. Si hay que ponerle algún punto negativo a esta playa, es que se nota demasiado la presencia del puerto, limitando la calidad del agua.